Orgullo
¿Alguna vez intentas ascender al nivel de Dios? ¿Alguna vez intentas elevarte para estar a su altura? Piensa cuidadosamente antes de afirmar tu inocencia. Cuando leí esta pregunta, inmediatamente pense “no, imposible, nunca me consideraría a la altura de Dios”.
Como cristiano, has puesto cada área de tu vida bajo la dirección de Dios. Idealmente hablando, por supuesto. Pero si eres como la mayoría de nosotros, no siempre dejas todas las áreas bajo Su control. A veces la tentación de hacer las cosas a tu manera o de ignorar convenientemente los mandamientos bíblicos es demasiado grande para resistirla. Entonces tomas las riendas de tu vida de las manos de Dios. Y al hacerlo, intentas elevarte a su nivel. Te convences a ti mismo de que eres tan capaz como Dios cuando se trata de dirigir tu vida. Y no te equivoques al respecto: no estás ni cerca de eso.
Un ángel intentó estar al mismo nivel que Dios. Se llenó de orgullo y trató de igualarse a quien lo creó. Y lo que consiguió fue ser arrojado del cielo junto a los que estaban con él.
Leamos Isaías 14:12-15
12 ¡Cómo has caído del cielo,
lucero, hijo de la mañana!
Tú, que sometías a las naciones,
has caído por tierra.
13 Decías en tu corazón:
«Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono
por encima de las estrellas de Dios!
Gobernaré desde el extremo norte,
en el monte de la reunión.
14 Subiré a la cresta de las más altas nubes,
seré semejante al Altísimo».
15 ¡Pero has sido arrojado a los dominios de la muerte,
a las profundidades del abismo!
Dios es quien tiene la perspectiva eterna. Dios te ha dado directivas en su Palabra y exhortaciones de las personas que ha puesto en tu vida. No te resistas a su dirección; es el camino a los mejores días de tu vida.
(Devocional traducido al Español de “The NIV 365 Day Devotional” – https://www.biblegateway.com/devotionals/niv-365-devotional/today)